Regresar a la rutina es lo más duro de la vuelta al cole, volver a los horarios de sueño, comidas, deberes… Para muchos niños, el volver a la rutina después de meses de descanso y con tanto tiempo libre, puede ser bastante duro. ¿Qué hacer cuando un niño patalea y afirma que no quiere volver al colegio? Te damos algunos consejos para que pueda ser más ameno.
Los días antes de empezar el colegio, es bueno recordarles todas las cosas buenas que tiene volver a clases: volver a ver a sus amigos, actividades extraescolares, juegos, comprar materiales nuevos, etc. Al igual que recordarles esas buenas anécdotas y recuerdos positivos que tienen del cole. De esta forma, se sentirán más motivados y con más ganas de empezar. Recuérdales que, aunque sea un nuevo curso y van a aprender nuevas materias, podrá superarlo y que aprenderá mucho.
También es recomendable, unas semanas antes de empezar las clases, volver a las rutinas del sueño, para que cuando empiecen, se sientan descansados.
Así que, unas semanas antes, fija una hora para que se acuesten, poco a poco, ve adelantando esa hora, hasta llegar a la que se suelen acostar durante el curso. Haz lo mismo con la de levantarse. Así, cuando llegue el primer día, el niño ya se habrá adaptado al nuevo horario.
Unos días antes, también es bueno animar al niño a que lea o haga ejercicios de repaso, así también empieza a habituarse y le será más fácil concentrarse en el cole.
Por la mañana no te olvides de motivar a tu hijo, dile que te cuente todo lo que hagáis, cómo han pasado el verano sus compañeros, qué profesores nuevos tiene, etc. Así estará más animado con la idea de empezar el curso.
Asegúrate de que desayune bien y prepara como almuerzo o merienda lo que más le guste. Es el primer día, así que haz que sea especial, si tiene comida que le gusta, estará más contento y animado.
Salid con tiempo de casa. Si llega con tiempo será más fácil encontrar el aula nueva, podrá conversar un rato con sus compañeros y eso le hará estar más tranquilo con la clase. En cambio, si llega tarde, puede darle vergüenza entrar por la puerta con todos los demás compañeros mirándole. Por esto, también es bueno dejar preparada la mochila la noche de antes, así no iréis con prisa, ni se os olvidará nada.
Anímalo a que use los materiales nuevos que comprasteis: libretas, mochila, bolis, etc. Si tiene algo que le haga especial ilusión, una camiseta de Spider-Man por ejemplo, haz que se la ponga ese día y anímalo a que se lo enseñe a sus compañeros. Así le será más sencillo socializar y hacer amigos nuevos, además de que se sentirá más contento y motivado.
Cuando vuelva a casa, no te olvides de preguntarle qué tal le ha ido el día. Escucha todo lo que tenga que decir, pregúntale por las nuevas asignaturas, si tiene algún compañero nuevo, qué le han parecido los profesores, etc.
Si ves que tu hijo apenas contesta, déjale espacio y tiempo, no hay prisa para que te lo cuente. Hay niños que no se sienten tan cómodos hablando del cole o que, por alguna razón, no comparten mucho. No le presiones, hazle ver que estás ahí para cualquier cosa y que escucharás todo lo que tenga que decirte. No te olvides de ayudarle a identificar sus emociones y a que las exprese correctamente.
Para hacer que se sienta más cómodo, puedes contarle tus propias anécdotas de cuando ibas al cole, añade las más vergonzosas, así se sentirá más tranquilo y os echaréis unas risas.
El primer día de clase puede ser duro, por eso animarles y estar con ellos, son trucos claves para que su experiencia al inicio del nuevo curso sea satisfactoria. Ten en cuenta que hay niños que se adaptan antes y a otros que les cuesta más, por eso, ser parte del proceso es una ayuda esencial para ellos.