Eres una persona de campo viviendo en la ciudad, o tal vez no te interesa tanto el campo, pero te encanta comer natural. En este post quiero mostrarte cómo hacer una gestión de recursos, plasmado en un presupuesto, de un huerto. El huerto puede ser imaginario o puedes tenerlo de verdad, mediante la gestión de nuestro “huerto” los más pequeños podrán entender cómo gestionar las verduras y las semillas de una forma muy intuitiva.
La definición básica de qué entender por gestión de recursos, es la planificación, organización y administración de los recursos en una empresa, proyectado más en nuestra casa.
Los recursos pueden ser financieros, habilidades humanas o inventario, en nuestro caso se tratarán de aquellos recursos necesarios para que nuestro huerto sea productivo.
El primer paso para gestionar nuestro huerto es darle un nombre, establecer la forma en la que nos dirigiremos al proyecto. De cara al futuro para tener claro que proyectos gestionas, darle un nombre, ayuda a no liarte.
Mi “huerto” lo llamaré: El huerto de Mari
Es cierto que no es el nombre más original, pero eso te lo dejo a ti.
Establecido el nombre, toca sentarnos con el niño en la mesa, sofá o silla, preparar lápiz y papel y comenzar con los recursos necesarios para el huerto.
Si eres de los afortunados que tiene un huerto, tal vez puedes trasladarte allí con papel y lápiz y disponerte a revisar con qué cuentas y qué recursos necesitas.
En mi caso, El huerto de Mari necesita varios elementos:
Estos son los recursos que usaré en el huerto, cuando estés haciendo este inventario o estimación de recursos sé original y deja que los pequeños piensen en las diferentes posibilidades. Y además mantente realista, sé que es un huerto imaginario, pero si lo sitúas en una situación realista, será más fácil de imaginar y gestionar.
Ya estás organizado, tienes todos tus recursos en la cabeza, ahora toca planificar las acciones que llevar a cabo. Estoy hablando de huertos, por lo tanto, hay que saber cuándo se riega, cuándo plantar las verduras y frutas, cuándo se van a recoger, etc.
Todas estas acciones las veremos a lo largo de un año, para simplificar lo haremos por estaciones, pero puedes ser mucho más específico y planificar por meses o quincenas.
Ejemplo de acciones que tomaremos en El huerto de Mari
Antes de escribir los meses, tenemos cinco verduras y tenemos que conocer cuál es su momento de siembra, y cuándo se cosechan.
Estos datos son una estimación. Averigua cuándo en el calendario se siembran y cosechan tus verduras y hortalizas.
Conociendo los tiempos de cada verdura es tiempo de establecer las acciones
INVIERNO (Enero, Febrero, Marzo):
Prepararemos la tierra para plantar.
Plantaremos los tomates y los calabacines
Plantaremos nuestro manzano, para que en próximos años nos dé manzanas
PRIMAVERA (Abril, Mayo, Junio):
Prepararemos la tierra, para la siembra, arando.
En abril plantaremos las lechugas, zanahorias y patatas.
Regaremos nuestras plantas.
Recogeremos los calabacines y los primeros tomates
VERANO (Julio, Agosto, Septiembre):
Regaremos nuestras plantas.
Recogeremos los tomates que quedan y las lechugas
OTOÑO (Octubre, Noviembre, Diciembre):
En octubre recogeremos las zanahorias.
Dejamos descansar al terreno para la próxima siembra.
Esta sería la planificación de nuestro huerto, ya tenemos una guía sobre la que podemos realizar las tareas necesarias.
Este paso sería la toma de acción, empezar el proyecto, y seguir nuestro plan con los recursos que tenemos.
Cuéntale a los niños que en este punto del plan tienen que ser abiertos y resolutivos, porque a veces surgen problemas o situaciones inesperadas que hay que adaptar a nuestra planificación. Por ejemplo, nos regalan semillas para plantar sandías. En esta situación podemos pensar si este nuevo recurso se puede introducir en nuestro plan.
Aprender a gestionarse es una capacidad que servirá, en muchos aspectos. Para gestionar adecuadamente necesitamos entender cuáles son los recursos con los que contamos, cómo utilizarlos y tener claros los objetivos que perseguimos.
Y como muchas capacidades, aprender desde pequeños puede mejorar nuestra planificación y organización. La gestión de recursos junto con la creación de presupuestos son principales además para poder tener unas finanzas personales saludables.