No sé tú, pero yo recuerdo con mucho cariño al cerdito hucha que tenía de pequeña. El mío era de cerámica, del tamaño de una caja de zapatos, (sé que hay muchos tipos de cajas de zapatos, pero imaginar una ni muy grande, ni muy pequeña) y de color blanco con alguna mancha negra, ahora que lo pienso si no fuera por la forma, se podría confundir con una vaca.
Cuál fue la decisión de mis padres en ese momento para elegir ese entre la cantidad de diferentes estilos y colores que puedes encontrar, no la sé. Lo que sí puedo decir es que me acompañó hasta que me fui de casa a estudiar. Siempre en la estantería o en el escritorio como un pisapapeles más, donde acababan casi todas las monedas sueltas, ya fueran mías o encontradas entre los cojines del sofá, monedas sueltas en el recibidor, todas eran buenas aportaciones para el cerdito.
Mi curiosidad llegó de mayor, al pensar en el porqué un cerdo, cuál es el significado tras este animal que nos lleva a asociarlo con el dinero.
Resulta que el cerdo lo asociamos a la idea de abundancia, en épocas de hambre familias pobres guardaban un cerdo, ya que este era una garantía de futuro.
En la cultura china, el año del cerdo se asocia a la buena fortuna.
Desde Inglaterra se dice que la hucha con forma de cerdo surge porque en inglés cerdo = “pig” se parece a como se llamaba la cerámica anaranjada con la que se hacían vasijas y tarros donde se guardaba el dinero “piggy”.
Las huchas ya sean con forma de cerdo (la mía), con diseño de caja fuerte o como un simple tarro de cristal, hay que establecer claramente cuáles son las funciones, para que aparte de meter todas las monedas que encontramos en casa, entiendan los más pequeños por qué y para que guardarlas.
Las huchas son un objeto físico que les ayudará a ahorrar. Cuando le deis una hucha hay que dejar claros estos conceptos:
Creo que es importante que los peques tengan una hucha, pero no es necesario comprarla, hoy en día hay manualidades para todo, con materiales reciclados como, una botella de plástico y un poco de imaginación puedes crear una gran variedad de cerditos hucha, sentarse una tarde y crear tu propio cerdito es una forma original y única de enseñarle a tu hijo a entender cómo tiene que usarla, además de entretenerlos una tarde.
La forma más rápida es usando una botella de plástico:
Si eres más atrevido, siempre puedes intentar esa mezcla de cola y papel de periódico para hacer una hucha de papel, no sé si conocéis la técnica, se hincha un globo y con cola mezclada en agua se sumerge trozo a trozo de papel de periódico (algunos locos utilizan papel de cocina) y se pone sobre el globo, cuando hemos rellenado varias capas, lo dejas secar y pinchas el globo. Si lo has hecho bien te queda una carcasa hueca que pintar y decorar para que pueda usarse como cerdito.
Y si no tienes nada que perder puedes intentar hacer la hucha de cerdito de barro o arcilla, (ya sabes con la que creas increíbles tazas a la que se les rompía el asa, o ceniceros con mucha personalidad) puede ser un desastre, pero con paciencia y algo de maña, pueden ser cerditos hucha muy coquetos.
En fin, si creas la hucha con tus manos o simplemente eliges una que te guste, lo importante es que sirva como un elemento más que ayude al niño a ahorrar y a crecer en la gestión personal de su dinero.